LOS DELITOS DE ORDEN SEXUAL Y LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EL CANCER DE LA SOCIEDAD EN BOLIVIA Y SUD AMERICA
LOS DELITOS DE ORDEN SEXUAL Y LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Ante todo como un preludio a este pequeño análisis social y jurídico establecemos que la guía específica sobre el presente tema se basa en los derechos humanos, en el respeto a la integridad física, psicológica y sexual, el derecho a la no violencia contra las mujeres, el derecho a la salud, y los derechos sexuales y derechos reproductivos.
El artículo 15 de la CPE establece que “toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual, y que nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos o degradantes”; y que, de acuerdo al parágrafo II de la misma norma, “Todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en la sociedad”.
El parágrafo III establece que el Estado debe adoptar las medidas necesarias para pre-venir, eliminar y sancionar la violencia de género y generacional, así como toda acción u omisión que tenga por objeto degradar la condición humana, causar muerte, dolor y
sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como privado.
A nivel nacional, los delitos de orden sexual suman la mayor cantidad de denuncias vinculadas a la Ley Integral 348 para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia. Según un reporte del Ministerio Público, sólo en 2017 se registraron 4708 denuncias de ese tipo, las que representan el 15% del total de causas (30351) presentadas ese año en el marco de dicha norma.
Lo anterior significa que cada día 13 mujeres (se incluye también a niñas, niños y adolescentes) son víctimas de alguno de los delitos sexuales contemplados en la citada ley: abuso sexual, violación, violación de infante, niña, niño o adolescente, acoso sexual, estupro, actos sexuales abusivos y padecimientos sexuales.
La Coordinadora de la Mujer observa con preocupación estas cifras, pues dan cuenta de que la violencia sexual es una de las principales formas de violencia contra las mujeres y, probablemente, la menos abordada, porque implica una cantidad de prejuicios que se debe romper.
A nivel nacional, el departamento de Santa Cruz registra más casos. Por ejemplo, en 2017 se registraron 1302 denuncias vinculadas a delitos sexuales; en segundo lugar está La Paz, con 1050 denuncias, y en tercer lugar, Cochabamba, con 797 casos.
Cabe recordar que, según el informe “Violencia contra las mujeres en América Latina y el Caribe” de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Bolivia ocupa el segundo lugar en la región -después de Haití- en prevalencia de violencia sexual.
Esto nos lleva a un análisis profundo no solo en mi país sino a nivel nacional y sudamericano del grave conflicto social y educacional que conllevamos hoy en dia siendo una verdadera pesadilla la vulneración de derechos y privilegios además otros parámetros contra la niñez la adolescencia y la mujer en estos momentos.
La violencia sexual contra las mujeres en América Latina y en particular Bolivia y otros paiese es uno de los problemas más complicados sobre la justicia social, salud pública y derechos humanos que tiene como víctimas principales a las/os niñas/os adolescentes y mujeres e incluye, casos de prostitución forzada, acoso sexual, violaciones y relaciones sexuales bajo coacción de la pareja y demás.
No debemos olvidar que es la expresión más clara del ejercicio de poder donde se entrelaza la dominación física y el control del cuerpo sobre la sexualidad reduciendo la capacidad de expresar habilidades, capacidades, necesidades e intereses, de las víctimas impidiendo la posibilidad de tener control y poder sobre sus vidas y la aplicación y el uso todavía del machismo que es parte de todas las sociedades vigentes en sud América La violencia sexual afecta a la salud física como mental de las víctimas, sin dejar de lado las consecuencias sociales morales y materiales que están ocasionan siendo las mismas parte de un daño general a la sociedad en general.
La OPS/OMS señala que provoca una pérdida de diez años de vida saludable, generando traumas emocionales que requieren intervenciones sostenidas para ser superados, por lo tanto la sexualidad se ve afectada en el desarrollo de sus vidas y la pérdida de confianza e inestabilidad. Pese a la importancia del problema, se ha evidenciado que el acceso a la justicia para las víctimas de violencia sexual es limitado debido a que los casos denunciados son tratados con mucha indulgencia en todos los ámbitos y frecuentemente, se traduce en revictimización, en conciliaciones bajo presión o en el abandono de los casos; lo cual nos lleva al cuestionamiento que si las normativas existentes cumplen sus objetivos.
Uno de esos ejemplos más claros de esta situación que se vive en Bolivia donde existen dos feminicidios y dos violaciones por día, presentado ante la CIDH, misma versa sobre la falta de diligencia de la administración de justicia en sancionar a su agresor sexual como es debido en base a prejuicios discriminatorios de género y que más adelante fue objeto de un acuerdo de solución amistosa, donde el Estado Boliviano reconoció su responsabilidad a todo esto como un aditivo se suma lastimosamente la violencia en razón de género es un fenómeno complejo, estructural y sistémico basada en la idea central del patriarcado, que es la representación de la masculinidad a través del dominio sobre la mujer basado en la división sexual del trabajo y el reparto sexista de las funciones de producción o reproducción, constituyéndose en un atentado tanto a la autodeterminación corporal, integridad física y psíquica de las mujeres como a la libertad sexual y que lastimosamente hoy en día todavía es el cáncer de la sociedad en sí mismo y de muchas a nivel mundial
En Bolivia aún existe discriminación en razón de género por la cual muchas mujeres no tienen las mismas posibilidades de asistir a un centro educativo y tener acceso a la educación formal, siendo relegadas a un segundo plano; de igual manera las compensaciones salariales tienen una brecha significativa entre mujeres y hombres por la realización de labores o trabajos similares, prestamos, trabajos, puestos jerárquicos, etc., esto todavía crea una gran diferencia de género se enfaticen a medida que tanto niños como niñas van creciendo, se van incorporando a las actividades familiares realizando “tareas acordes a su género” uno de los errores más comunes en la sociedad actual
Las niñas desarrollan actividades propias de las madres o de las mujeres ayudando en la cocina y en el cuidado de los hermanos menores, los niños varones ayudan a los padres en las actividades agrícolas punto determinante para que todavía se pueda señalar ese lapsus que no permite desarrollar una sociedad igualitaria y sencillamente sin prejuicios por la cual se establece que las mujeres niños y jóvenes están bajo el paraguas de diversas agresiones de todo índole sin contemplación alguna y sin un paraguas de protección de parte de la sociedad y la justicia para todos ellos .
Existen muchas formas de violencia en razón de género la violencia es estructural, política, económica, jurídica, sexual, física, psicológica, urbana, social, etc., en períodos de mayor o menor intensidad social; es decir, que el fenómeno puede ubicarse en el tiempo y espacio de manera que puede también transformarse de acuerdo al manejo y costumbres de cada sociedad.
Todas estas formas de manifestación de violencia en razón de género están interrelacionadas y tienen una continuidad entre ellas, sin olvidar su común denominador: el patriarcado y pueden encontrarse tanto en las relaciones cotidianas como en la regulación de la sexualidad del grupo social. Por lo tanto, la relación hombre – mujer ha venido siempre marcada por la categorización sexo fuerte/sexo débil que consagra la imposición de la desigualdad, la discriminación y la dominación social sobre las mujeres basada en el pretexto de las diferencias sexuales.
La violencia no es una conducta natural, sino aprendida, especialmente en los primeros años de vida desde el hogar, pasando por la escuela y es claro el recalcar la necesidad de implementar políticas tanto educativas, jurídicas, sociales, y morales para que esto sea parte de un concepto pasado y arraigado al pasado dentro de la sociedad actual.
La mayoría de los hombres actúan con violencia sin cuestionarse ni preocuparse por ello, todo parece naturalmente asignado, especialmente la violencia contra las mujeres y los niños siendo que en muchos casos la base fundamental de toda sociedad y familia que llegan a ser la educación los valores los principios y el respeto son sobrevalorados y poco aplicados en los mismos por lo cual se carece hasta de cierta vergüenza y sentimiento de culpa al cometer los mismos.
La violencia está institucionalizada en las distintas esferas de la vida pública y privada. Con todas estas opciones de ejercicio de violencia, ésta se ejerce tanto en micro-espacios como en macro-espacios públicos y privados en todas las sociedades en general.
De todas las formas de violencia, la ejercida sobre las mujeres es la más aceptada y hasta protegida y la violencia sexual es la que recibe mayor complicidad, a no ser que derive en muerte o afecte a un/a menor de edad no es sancionada o penada como debería ser y es el gran azote en la sociedad actual.
La importancia de tratar la violencia sexual de manera integral Hoy en día la violencia sexual es considera como un problema de Salud Pública y restricción del ejercicio de los derechos humanos, porque atenta contra la integridad física, psicológica y sexual de la persona, así como también a sus derechos fundamentales, teniendo como resultado una persona disminuida en sus potencialidades y rendimiento integral a nivel psicosocial.
La violencia sexual hasta hace un tiempo atrás era tratada como un problema particular al cual no se tenía acceso, ni del cual no se podía hablar, considerada en muchos lugares de nuestra población como un tema privado. Pero el propósito de la atención multidisciplinaria a la víctima de violencia sexual radica en brindar atención integral preventiva y curativa, un modelo de intervención desde la perspectiva de género y este articulo también tiene como una finalidad no solo el crear conciencia en la sociedad y el ser humano sino también tiene la, finalidad de la recuperación de la víctima, su reinserción social, laboral, es decir, la transformación de la víctima en una persona con su propio proyecto de vida.
Todos los servicios sociales jurídicos políticos educativos deben estar preparados para brindar atención de acuerdo a sus capacidades resolutivas y/o para referir. Las víctimas deben recibir información clara sobre sus derechos y los posibles efectos sobre su salud. Es importante recordar que la violencia sexual frecuentemente se asocia con lo psicológico, jurídico y social y que involucra a los miembros de su entorno familiar. Por lo tanto se debe tomar en cuenta todos esos aspectos a la hora de abordar este problema.
Y a pesar de la liberación femenina y la igualdad de género que es mal utilizada hoy en día por diversos participes de la sociedad en general es necesario acabar con la violencia sexual y no es una tarea fácil, requiere del compromiso del Estado y de la sociedad civil en su conjunto para protegerla y castigar a quienes atentan contra ella. Es un error pensar que tan sólo las medidas legales podrán erradicar el problema, el derecho es un modesto instrumento de paz social y de defensa de los derechos Humanos y si no se trabaja de manera integral con las otras disciplinas que son parte de la necesidad humana y social en la actualidad no podrán ser herramientas de participación y erradicación contra la violencia de genero contra la mujer la niñez y la adolescencia en sí.
Por lo cual este articulo va enfocado en una reflexión masiva que va de ti para mí y para los demás buscando el equilibrio en el cambio necesario que toda sociedad necesita, cambios que partirán de ti y de mi y que serán por el bien de nosotros y el resto de la sociedad de la humanidad para el bienestar de los mismos.
Autor: Marco Antonio Camacho
Mail contacto: marco.camacho@ilbpa.org
Contacto:+591 67688063
Comentarios
Publicar un comentario